Hoy os traemos el Viscum Albus, conocido como muérdago, originario de Europa y norte de África. Es un arbusto semiparasitario que nace de las ramas de encinas o sauces, y puede llegar a medir hasta un metro de altura, tienen las hojas ovaladas y gruesas con unas bayas blancas y muy tóxicas. Las partes de la planta que nos van a interesar en el campo de la medicina son las hojas y las ramas.
El muérdago desde siempre estuvo presente en la civilización humano, por su forma y sus bayas, era llamativa para los habitantes del planeta en aquel tiempo que la usaban mezclada con otros frutos y aceites, preparando mejunjes para aliviar inflamaciones o dolores. El muérdago es un potente hipotensor y diurético con propiedades medicinales contra inflamaciones, epilepsia y reumatismo, además ayuda en la circulación sanguínea, disminuye las jaquecas e incluso es efectivo para tratar la arterioesclerosis, artrosis, gota, vértigo, varices o insomnio. También es antiepiléptico y útil en transtornos prostáticos.
El mayor valor terapéutico conocido actualmente del muérdago es disminuir los niveles de la tensión arterial, se ha demostrado que mata a las células cancerígenas y estimula al sistema inmune, por ello lo hemos elegido para estar entre las 28 plantas que constituirán la semana del cáncer. Son muchos y muy variados los experimentos con este arbusto para conocer exactamente la forma en que actúa frente a tumores malignos. Es en el año 1994 cuando se experimenta con humanos, administrando remedios, en los que el muérdago era el componente principal, a 68 pacientes con cáncer de mama, y se comprueba que era responsable del aumento de los niveles de endorfina B, siendo una óptima condición para reducir los efectos nocivos de la posterior quimioterapia, a la que quedaban expuestos los enfermos.
El momento idóneo para empezar la terapia con muérdago en pacientes con tumores, sería antes de que este pase por alguna intervención quirúrgica, ya que estimula el sistema inmune y se fortalecen las defensas del paciente disminuyendo y así preparando al cuerpo ante la invasión y el estrés que va a sufrir como consecuencia de la intervención quirúrgica. Los pacientes con tratamientos de quimioterapia y radioterapia descubren que con el tratamiento de muérdago recuperan el apetito incluso llegando a coger algo de peso, también duermen mejor y tienen mejor estado anímico. La terapia con el muérdago es a largo plazo, ya que intenta fortalecer al organismo, y eso se nota en el organismo comparando dos momentos de la vida separados varios años desde el inicio del tratamiento.
EMPLEO DEL MUÉRDAGO
- Infusión: media taza o una taza con dos hojas en agua hirviendo, tres veces al día, para regular la presión arterial.
- Tinte: de la planta fresca se extrae el jugo y se toman 20 o 30 gotas diluidas, con cada comida o directamente 5 gramos al día con la cena.
- Polvo: gramo y medio al día, distribuidas en cápsulas de 200mg.
- Maceración: una cucharada sopera diluida en agua fría, con cada comida.
PRECAUCIONES EN EL USO
Debemos tener en cuenta, que cada persona es un mundo y no a todo el mundo le funciona por igual, existen una serie de precauciones para casos específicos que debemos cumplir, pacientes con: cardiopatías, problemas hepáticos o renales, embarazadas o en período de lactancia, hipotensión, tuberculosos y niños, para todos estos grupos de personas está totalmente contraindicado. Además debemos saber que:
- No se puede come crudo y sin procesar.
- Siempre debe de ser recomendado y supervisado por un profesional.
- Las bayas e incluso partes cercanas a ellas son altamente tóxicas
- La dosificación alcohólica está desaconsejada en menores y pacientes con problemas etílicos.
Y recuerda, mejor mal conocido que planta por conocer!
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